• SOGOOD BUSINESS
  • Posts
  • ¿Por qué no está funcionando la estrategia para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la moda?

¿Por qué no está funcionando la estrategia para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la moda?

Y las prohibiciones de la UE que afectan a la industria textil

¡Hola!

Hoy recupero un informe que la Global Fashion Agenda (GFA) y la consultora McKinsey publicaron en 2020 en el que marcaban una hoja de ruta para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la moda… y te cuento por qué no está funcionando.

También te adelanto las prohibiciones que se está planteando la Comisión Europea y que afectan de lleno al sector de la moda y la industria textil. Y te comparto los eventos más destacados del sector que tendrán lugar las próximas semanas y que no deberías perderte.

Recuerda que el objetivo de So Good Business es compartirte aquella información más relevante sobre la sostenibilidad en la industria textil.

Mi intención es ayudarte a discriminar y procesar las mil informaciones que circulan actualmente sobre el tema y facilitarte datos para la toma de decisiones en tu puesto de trabajo.💪

Si te han mandado esta newsletter y no te habías suscrito a SGB vamos a solucionarlo ahora mismo:

¡Vamos allá!

En la newsletter de hoy

🔎 Fake en la estrategia para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la moda.

📢 Te interesa... Las prohibiciones de la UE relacionadas con el plástico y con las pieles y que afectan a la industria textil y los eventos más relevantes sobre textil y sostenibilidad.

💡 Inspiración… El vestido con infinitos diseños de Adobe.

🧐 Curiosidad... La BCorp en la que ha invertido Leonardo di Caprio.

Fake en la estrategia para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la moda

Contexto: La Global Fashion Agenda (GFA) y la consultora McKinsey publicaron en el año 2020 un informe en el que marcaban una hoja de ruta para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la moda en poco más de un 50% para 2030. Y aunque el análisis muestra que más de la mitad de las acciones recomendadas suponen ahorros de costos, tres años después vemos que las emisiones de gases de efecto invernadero de la industria no paran de aumentar.

Me ha parecido muy interesante la reflexión que hace sobre ello Kenneth P. Pucker, profesor en Laufts Fletcher School y ex director de operaciones de Timberland, en The Business of Fashion. Te comparto algunos datos y reflexiones.

Inversores y marcas:

Según el estudio, el 60% del impacto climático de la industria se encuentra en las cadenas de suministro. E invertir en su reducción permitiría ahorrar costes en un plazo medio. Aún así, según Pucker, no se ha apostado por ello porque:

  • Los proveedores suelen ser compartidos entre marcas y van cambiando, de manera que invertir en ellos no garantiza estos beneficios.

  • Estos proveedores están en países en vías de desarrollo, donde el costo del capital puede ser tres veces mayor que el de los mercados occidentales.

Por otra parte, el 20% del impacto climático está relacionado con aspectos como la selección de materiales, devoluciones, operaciones minoristas y de distribución, embalaje y transporte.

  • En este sentido, muchas marcas sí han apostado por las energías renovables en relación a la distribución minorista, porque les ha resultado más rentable económicamente.

  • En cambio, a las marcas todavía les cuesta apostar por materiales más sostenibles por problemas con la accesibilidad (precio mínimo) y/o la escalabilidad.

Consumidores

Según el estudio, si el consumidor se relacionara con la ropa de manera más circular (alquiler y reventa, reducción del lavado y secado e incremento del reciclaje), las emisiones de gases de efecto invernadero se podrían reducir hasta en un 20%. En concreto, por cada incremento del 1% de la circularidad, se podría disminuir las emisiones en 13 millones de toneladas. Aún así, según Pucker, la proporción de materiales en la economía global que obtienen una segunda vida mediante el reciclaje ha disminuido un 20% en los últimos cinco años.

Esto se debe a que, por una parte, y aunque muchos estudios siguen afirmando que la sostenibilidad importa mucho, cuando se pide al consumidor que clasifique sus motivaciones de compra, los factores sociales y ambientales ni siquiera figuran entre los cinco principales. Un ejemplo son los datos que nos muestra este estudio de Bain & Co.

Además, vestir de manera sostenible, a diferencia de lo que pasa con la cosmética, la alimentación o incluso el transporte, no se percibe como algo beneficioso, al menos de manera directa, con la salud.

Finalmente, pero no menos importante, resulta que el greenwashing ha provocado un alto escepticismo entre los consumidores, lo que no ayuda para nada a esperar comportamientos más responsables por su parte.

Pucker no dice nada sobre el precio y la escasez de la oferta sostenible, pero un reciente estudio asegura que son las causas principales por las que la ciudadanía no apuesta por la moda más consciente. Otros día aterrizaré en detalle en este estudio, que tiene miga.

¿Qué podemos aprender sobre el fracaso en la descarbonización de la industria?

  • La responsabilidad por el fracaso de la industria a la hora de descarbonizar es compartida por todos los stakeholders.

  • La gran responsable, por ello, es la inacción de la industria de la moda y sus afirmaciones engañosas sobre sostenibilidad.

  • También tiene mucha responsabilidad las consultoras que continúan vendiendo soluciones fantasiosas en las que todos ganan a través de conceptos como la circularidad que funcionan en teoría pero no en la práctica.

  • Los cambios reales se verán a medida que el impacto de la industria sea más trascendental (ej. vertederos de ropa como el del desierto de Atacama en Chile, los microplásticos que ya se están encontrado en las nubes o las altas temperaturas) y ello impacte directamente en consumidores, inversores y marcas.

  • También ayudará a acelerar el cambio las regulaciones que están apareciendo y que apuntan directamente a la industria de la moda.

  • La solución pasa por desarrollar modelos de negocio más circulares, explicar los beneficios en la salud de vestir con tejidos ecológicos y contar las cosas de manera más transparente a los consumidores.

  • Los cambios, cuanto antes se hagan, menos costosos serán.

Te interesa…

Europa se plantea muy seriamente prohibir las granjas peleteras y la venta de pieles para confeccionar ropa, por no haber "razones económicas ni tampoco éticas" para seguir permitiendo el uso de las pieles de animales en la Unión Europea.

Hoy en día hay muchas alternativas en materiales que imitan el cuero y el pelo. Eso sí, es importante asegurarse de que su impacto ambiental no sea mayor.

La noticia anterior contrasta con unas recientes declaraciones del ministro de Comercio de Bangladesh, Tipu Munshi, en las que ha manifestando la voluntad de desarrollar el negocio del cuero para diversificar sus exportaciones, en gran parte en Europa, que se han vuelto muy dependientes del textil y la confección.

La Comisión Europea también ha propuesto medidas para evitar la contaminación por microplásticos debida a la liberación involuntaria de gránulos de plástico. Ello involucra directamente a la industria textil, ya que como se asegura en la propia comisión: “La mayor parte de las prendas de vestir están hechas de fibras plásticas que liberan microplásticos”.

Estas medidas llegan solo unos días después de que se haya prohibido el uso de microplásticos añadidos intencionadamente, como es la purpurina o las partículas que contienen en muchas cremas exfoliantes.

Al respecto de los microplásticos, me han parecido muy interesantes estas dos webs sobre los estudios que se han realizado sobre microplásticos en España y en el mundo.

Eventos que no deberías perderte:

Y ya en noviembre:

Inspiración

  • Utiliza cristal líquido disperso en polímero (PDLC) con respaldo reflejante, un material que se usa comúnmente en aplicaciones de ventanas inteligentes.

  • Puede cambiar su aspecto con un clic desde una computadora o puede detectar el movimiento de quien lo viste y cambiar en consecuencia.

  • Es una invención de la investigadora Christine Dierk.

  • Dierk también ha diseñado sombreros y manicura interactiva.

Curiosidad

El actor Leonardo DiCaprio ha invertido en ID Genève, una marca de relojes suiza. Lo interesante de la inversión es:

  • Los productos de ID Genève están fabricados con materiales reciclados.

  • Se basa en un modelo de negocio circular.

  • Se trata de una empresa B Corp.

¿Servirá la inversión de Di Caprio para que otras marcas (relojeras) se interesen en la sostenibilidad y la circularidad como sistema para atraer inversiones?

Y esto es todo por hoy. Gracias por leerme y por formar parte de esta comunidad.

Si te gusta lo que lees, comparte y difunde. Sería una pena que lo que te gusta no llegara a más personas… Si tienes comentarios o sugerencias, puedes contactar conmigo por redes sociales o por email.

🤓 Y si necesitas profundizar en alguno de estos temas o, simplemente, te gustaría contar con alguien experto en textil, sostenibilidad y comunicación que te haga de frontón en tu toma de decisiones, no dudes en contactarme.

¡Seguimos!

Sònia Flotats